El cerebro retiene lo que emociona y olvida lo que aburre. Para lograr que un mensaje perdure en la mente y el corazón de la audiencia, se recomienda seguir estos pasos:

– Conectar emocionalmente: Las historias y los ejemplos relevantes conectan con el público.

-Tener un mensaje claro y conciso: La claridad y la brevedad facilitan que sea memorable.

– Fomentar la participación: Las preguntas y la interacción fortalecen el impacto.

– Cerrar con fuerza: Un final poderoso refuerza la idea principal y genera acción.

Al aplicar estos pasos, se logra no sólo transmitir ideas, sino inspirar y dejar una impresión duradera.