La simplicidad es clave en la comunicación. Un mensaje breve y directo facilita que las personas lo entiendan, lo recuerden y lo compartan. Evitar la sobrecarga de información y centrarse en una idea principal asegura mayor impacto.
Además, preparar bien el mensaje y usar ejemplos o metáforas ayuda a transmitir lo complejo de forma sencilla. Comunicar con claridad no sólo ahorra tiempo, también crea conexiones más efectivas y deja una impresión duradera. Ser claros siempre multiplica los resultados.