𝟏. 𝐂𝐨𝐧𝐨𝐜𝐞 𝐚𝐥 𝐩𝐮́𝐛𝐥𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐞𝐥 𝐢𝐧𝐢𝐜𝐢𝐨
– En grupos pequeños, fomenta presentaciones personales para crear un ambiente de confianza.
– En audiencias grandes, utiliza dinámicas como votaciones para identificar expectativas y generar interés.
𝟐. 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞𝐜𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐞𝐱𝐢𝐨́𝐧 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐥
– Adapta tu discurso en función de sus comentarios o reacciones.
– Menciona aportaciones de los asistentes para que sientan que sus opiniones son valoradas.
𝟑. 𝐌𝐚𝐧𝐭𝐞́𝐧 𝐚𝐥 𝐩𝐮́𝐛𝐥𝐢𝐜𝐨 𝐚𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨 𝐝𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧
– Involucra a los asistentes pidiéndoles que cambien de posición o participen en dinámicas sencillas.
– Usa ayudas visuales que capten y mantengan su atención, haciendo el contenido más atractivo.
𝟒. 𝐇𝐚𝐳 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐭𝐞́𝐠𝐢𝐜𝐚𝐬
– Formula preguntas que interrumpan la distracción y dirijan su atención hacia puntos clave.
– Transforma los datos importantes en preguntas para mantener su interés y fomentar la reflexión.
𝟓. 𝐒𝐨𝐥𝐢𝐜𝐢𝐭𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧
– Pide retroalimentación para entender qué es relevante para ellos.
– Esto te permite ajustar el contenido y evitar saturarlos con información innecesaria.
Estas estrategias fomentan una relación cercana y dinámica, lo que aumenta el impacto de tu presentación y garantiza una mayor implicación por parte del público.