1. Definir el objetivo principal: Comienza con claridad. Ten claro qué quieres lograr con tu presentación y asegúrate de que cada punto contribuya a ese propósito.

2. Analizar a la audiencia: Conoce a quién le hablas. Visualiza cómo responderán a tu mensaje y adáptalo para captar su atención e interés.

3. Lluvia de ideas: Genera ideas que respalden tu objetivo y resuenen con las necesidades de tu audiencia. Piensa en los temas que realmente les importan.

4. Seleccionar ideas clave: Filtra lo esencial. Quédate solo con las ideas que impulsan tu mensaje y descarta lo que no aporta.

5. Organizar las ideas: Crea un flujo claro y lógico que lleve a tu audiencia de manera natural al valor central de tu presentación.